El candidato de IUCyL a la Presidencia de la Comunidad, José Sarrión ha participado en la charla ‘¿Qué se puede hacer por el empleo? Análisis y propuestas’, organizada por Izquierda Unida de Valladolid.
Durante su intervención Sarrión desglosó la propuesta de Izquierda Unida, de Plan de Empleo Garantizado. Una iniciativa que permitiría generar un millón de empleos, con una inversión de 15.000 millones de € -de los que 5.400 volverían en forma de impuestos-.
Los objetivos de la iniciativa se entran en tres aspectos, un plan de «choque» para las familias que no reciben ningún ingreso, un plan para desarrollar conjuntamente con municipios y sociedad civil y la subida de salarios en empresa privada.
Sarrion señaló que el plan de choque seria especialmente útil en Castilla y León, “si se aplica mediante un plan de desarrollo en cada comarca, para crear empleo en las zonas de la Comunidad que sufren una despoblación permanente”
Asimismo, reclamó la necesidad de elaborar un proyecto de desarrollo económico de en la Comunidad, que implicase a cuatro universidades públicas, y que tenga por objeto la investigación de nuevos nichos de empleo. Por último, Sarrión planteó la necesidad de reclamar la «deuda histórica» que el país tiene con Castilla y León, una “Comunidad que históricamente solo ha exportado mano de obra barata, sin recibir ninguna contraprestación en forma de inversión productiva».
‘¿Qué se puede hacer por el empleo? Análisis y propuestas’
Desde los años 70 se ha ido abriendo una brecha cada vez más grande entre la productividad, la acumulación de capital y las rentas del trabajo. Para hacerla frente y facilitar el acceso de las clases trabajadoras a bienes y servicios la solución generalizada ha sido la concesión de crédito.
Con la crisis iniciada en 2007 y, sobre todo, las medidas adoptadas para hacerla frente, la brecha entre trabajo y capital se convierte en abismo y el nivel de endeudamiento familiar se dispara. La austeridad mal entendida -reforma laboral, recortes sociales, ausencia de una fiscalidad progresiva y redistributiva…- se transforma en austericidio, acompañada de un trasvase de la deuda privada de la banca a las arcas públicas.
¿Dónde queda la reflexión sobre nuestro modelo productivo? ¿Dónde la economía social, la autogestión y el cooperativismo? ¿Dónde la apuesta por una economía verde que reduzca la dependencia de un modelo energético obsoleto y genere una sociedad más acorde con el soporte natural que nos sustenta? ¿Dónde la economía de los cuidados que visibilice nuestras mutuas dependencias y ponga en el centro las necesidades básicas de las personas?
