Tras la sesión de investidura desarrollada el pasado martes, Izquierda Unida Castilla y León considera que el acuerdo PP y Ciudadanos es ofensivo para las personas de la Comunidad.
Nada queda de las afirmaciones regeneradoras con las que Ciudadanos realizó su campaña electoral. Un acuerdo de sillones ha dado lugar al fin de las propuestas de transparencia que el partido naranja venía afirmando durante la campaña. Al final se llega a un acuerdo “mercadeando sillones” en Ayuntamientos y Diputaciones como Burgos y Palencia, donde las premisas de regeneración no se han cumplido y manteniendo las instituciones al PP de la Gürtel, Enredadera, Eólicas, HUBU, etc… y con el apoyo de la extrema derecha a la que no se quieren juntar.
Un acto de traición a su programa y discurso que, sin embargo, no debería tomar a nadie por sorpresa, teniendo en cuenta el papel de muleta que en la pasada legislatura ya desarrolló el partido naranja, sirviendo de sostén gratuito al Partido Popular en cada Presupuesto de la Comunidad. La nueva legislatura supone más de lo mismo.
Desde Izquierda Unida Castilla y León condenamos la desaparición de propuestas en materia de regeneración democrática, tales como la eliminación de la Administración B o “paralela”, la reversión a lo público del Hospital de Burgos o el establecimiento de mecanismos eficaces para perseguir la corrupción.
Especialmente sangrante es el hecho de que Ciudadanos haya renunciado por la vía de los hechos a retirarle la concesión de RTVCyL a Méndez Pozo y Ulibarri, a pesar de que escasos días antes de las Elecciones Autonómicas firmaron una denuncia a fiscalía contra el primero. Queda demostrado que la supuesta posición crítica de Ciudadanos contra la corrupción no era más que una ficción electoralista, que desaparece en el momento en que se produce un reparto de poder.
Frente a esta situación, desde Izquierda Unida Castilla y León seguiremos trabajando desde los Ayuntamientos y Asambleas de base, en contra de la corrupción, los recortes y las privatizaciones, en defensa de una Castilla y León para sus trabajadores y trabajadoras, frente a la especulación y los grupos políticos y empresariales que se enriquecen a su costa.
Por estos motivos haremos un llamamiento a la sociedad civil a seguir movilizada para garantizar derechos conquistados y seguir denunciando corruptelas, y no renunciar a través de la movilización a la sociedad que necesita la clase trabajadora.
