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Baja el paro en Castilla y León en el mes de mayo, continúa la precariedad.

Con los últimos datos conocidos, referidos a mayo de 2019, el paro registrado en nuestra Comunidad se sitúa en 140.411 personas (-3,2%), 82.443 mujeres y 57.968 hombres y la tasa de paro registrado en el 12,7%.
La lacra del paro sigue afectando mucho más a mujeres y jóvenes menores de 25 años, tanto en nuestra Comunidad como en el resto del Estado.

Por sectores de actividad, en Castilla y León el descenso del paro registrado en el mes de mayo se ha extendido a todos los sectores, con mayor incidencia en el sector servicios con 2.286 desempleados menos, seguido de la agricultura con 873 menos, la construcción con 782 menos y la industria con 650 menos. El colectivo sin empleo anterior se ha reducido en tan solo 91 personas (-0,6%).

En términos interanuales, el paro registrado desciende en nuestra Comunidad en el último año en 10.013 personas y en España en 172.639 menos. En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social en Castilla y León son 12.372 más que hace un año, y en España hay 526.446 más.

Sin embargo, los contratos realizados siguen siendo temporales en su inmensa mayoría, 92,5%, y en este mes los indefinidos fueron 6.703, suponiendo el 7,5% del total (en España suponen el 8,9%); además, en este mes de mayo el 33,9% del total de los contratos lo son a tiempo parcial, esto es, uno de cada tres contratos registrados. En términos netos, en cifras absolutas y porcentajes, en Castilla y León, una de cada cuatro personas trabajadoras asalariadas tiene contrato temporal y casi una de cada cinco asalariadas lo es a tiempo parcial.

Aproximadamente 68.300 personas inscritas como desempleadas en Castilla y León no perciben prestaciones de desempleo, con una tasa de cobertura inferior a la media estatal. Solo un 55,2% de las personas desempleadas en nuestra Comunidad percibe algún tipo de prestación, frente al 59,1% en el Estado.

Es urgente la inmediata derogación de las Reformas Laborales – la del PSOE y la posterior del PP-, para poder construir un nuevo marco normativo que dignifique el trabajo. No es suficiente la subida del salario mínimo si luego se imponen contratos a tiempo parcial no deseados por las personas así contratadas. La legislación actual no sirve para potenciar el empleo estable y con derechos.
Es necesaria la modificación de las normativas sobre contratación, apostando por la contratación indefinida, la causalidad en la contratación temporal, modificando claramente el contrato a tiempo parcial y el contrato de formación, entre otros, y combatiendo el fraude en la contratación temporal.

Es además imprescindible definir con los agentes sociales un Plan de Empleo y Formación que haga frente al desempleo de larga y muy larga duración, cuyo objetivo ha de serla creación de empleo digno y de calidad y en el que han de implicarse todas las administraciones públicas (estatal, autonómica y local) y gestionado desde lo local. Un nuevo modelo productivo, donde se de cabida al empleo verde, a la rehabilitación, a los cuidados de nuestro entorno y de las personas, lo que revertirá además en beneficios sociales.
Urge también una mejora sustancial de las normativas sobre protección al desempleo (nivel contributivo, subsidios, etc.), así como la derogación del IPREM y su sustitución por el SMI (Salario Mínimo Interprofesional).

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