Hoy 27 de septiembre la juventud del planeta nos convoca a la primera huelga mundial por el clima. Nuestro planeta está en riesgo. Y aunque el proceso es irreversible aún estamos a tiempo de que no sea devastador si actuamos de forma urgente y con medidas de alcance. Las y los cientí?cos del IPCC nos alertan del riesgo que supone un aumento de la temperatura media de la tierra. De la misma forma que sabemos que cada grado de ?ebre en nuestros cuerpos nos hace progresivamente más vulnerables, el aumento de la temperatura del planeta tendría una equivalencia similar. Si nos centramos en los efectos que ya se dejan sentir en Castilla y León, nos encontramos con, aumento de las lluvias intensas de corta duración, incendios más devastadores, con primaveras secas y un aumento de las zonas semiáridas con lo que eso supone para los cultivos. Por ejemplo en los últimos 40 años la cosecha de pino piñonero se redujo más del 35%, se altera el brote de las viñas o las distintas floraciones.
Pero todo esto no es la consecuencia de un orden natural de las cosas, tras estos síntomas hay una enfermedad: el modo global de producción y consumo, es decir, el capitalismo. Un modelo depredador que en nuestra comunidad se ejemplifica en el avance de la ganadería industrial que invade nuestras zonas rurales. Es imprescindible asumir que sin un cambio radical del modelo económico y por tanto de nuestras relaciones sociales y en gran medida de nuestra forma de vida, se pueda atajar y paliar la emergencia climática. No es su?ciente con reducir consumos, mas bien es imprescindible repensar el modelo de abajo a arriba. Producir lo que se necesita, atender a las necesidades de vida y recuperar empleos vinculados al sostenimiento humano y la producción local.
Por eso decimos que el capitalismo no es verde. Dentro del problema, no hallaremos la solución. De la misma forma que somos conscientes de que el capitalismo es el aliado necesario para el patriarcado, también lo es para la destrucción del medio. Es imposible que un modelo cuyo cuerpo se sustenta en un proceso de acumulación ilimitada, de respuesta a las necesidades que tiene nuestro planeta.
Necesitamos ir a la raíz, y mantener con ?rmeza nuestra propuesta roja, verde y morada.
