Este plan constaría de Coordinación y atención al alumnado en estas condiciones. El profesorado acudiría al centro uno o dos días a la semana, con el fin de llevar a cabo tareas de coordinación de los equipos para el seguimiento de la situación de cada grupo-clase, seguir impartiendo clases on-line de forma más efectiva al conjunto del alumnado y para ir organizando las siguientes fases para terminar con el retorno a las aulas.
Simultáneamente al plan de regreso progresivo a la normalidad se abordaría la atención del alumnado más vulnerable, que necesita de más apoyos pedagógicos, de más medios materiales y digitales y de más de atención social. Se formarían grupos de 5 ó 6 alumnos por aula y se habilitarían espacios amplios (bibliotecas, sala de ordenadores, salas multiusos…). Estos grupos tienen que ser pequeños por el tipo de apoyos que requieren y también, por la lógica de mantener el distanciamiento y el control de las medidas sanitarias.
Cuando se den esas circunstancias, para el Área de Educación de IUCyL, habría que llevar a cabo el proceso en varias fases de desescalada para volver a la Escuela y al Instituto:
• Preparación para el retorno: El centro se abrirá para preparar la apertura por el equipo directivo y el personal de administración y servicios. Las administraciones públicas tienen que suministrar material (mascarillas, guantes, gel hidroalcohólico, jabón, toallas de papel) así como garantizar personal suficiente para la limpieza y desinfección general ante todo cambio de uso de sala o de las aulas que hayan sido utilizadas por cualquier grupo humano, intensificándolas en sucesivas fases.
• Fase Semipresencial. El grupo de alumnos y alumnas de una clase se dividirá en grupos pequeños de entre 5 a 10 alumnos o alumnas, según niveles y espacios, para poder acudir de forma alterna uno o dos días a la semana, y para que, el resto de los días puedan trabajar en casa, teniendo en cuenta que, si se incluye la utilización de medios informáticos, estos tienen que estar garantizados por las administraciones educativas. Tendrá que ser todo muy progresivo y de tal forma que nuestro alumnado se sienta escuchado, atendido y estimulado en esta fase para su incorporación en la dinámica del sistema educativo.
• Vuelta a la normalidad. Como no podemos prever dentro de cuántos meses se producirá, tenemos que recordar varias cuestiones exigidas desde IU. No se puede mantener ratios de 25, 30 ó 40 alumnos por aula según los niveles, porque es una tarea ardua si se quiere hacer una enseñanza-aprendizaje participativa que garantice el desarrollo de las potencialidades de todo el alumnado y que, ahora, es imposible atender bien on-line, además de generar más brecha social e impedir una enseñanza que avance social según valores democráticos.
• Recuperación de la normalidad a principio del próximo curso. El primer trimestre de reinicio del próximo curso debería dedicarse a recuperar la normalidad en todos los sentidos: pedagógico, emocional, social, con una programación especial basada en el desarrollo de competencias y en contenidos básicos y con actividades de refuerzo a lo largo de todo el curso escolar.
Para cubrir los objetivos que aquí señalamos se necesita más profesorado, acabar con la precariedad y de estabilidad en las plantillas, resentidas por los recortes sucesivos de años atrás, durante la crisis anterior. «Y necesitamos una inversión en educación que permita la reversión de los recortes llevados a cabo por el PP, incrementada en el presupuesto necesario para cubrir las necesidades de la nueva Ley anunciada por el Gobierno y tendiendo a la media que Europa dedica a educación del 7%, que tiene que ser blindado en la Constitución».