Noticias

Izquierda Unida de Castilla y León solicitará al Consejero de Fomento y Medio Ambiente que se depuren todas las responsabilidades por la osa abatida en una cacería en Ventanilla (Palencia).

La situación en el Parque Natural de la Montaña Palentina es insostenible para la conservación de una especie en peligro de extinción, ya que hablamos del tercer oso tiroteado por cazadores en los últimos años, con la manida excusa de las confusiones con jabalíes.
Parece de todo punto ilógico que un oso muera en una cacería, con las precauciones que, en teoría, se deben mantener antes de autorizar y celebrar batidas en zonas oseras.

Son muchos los osos muertos, disparados, perseguidos e incluso atropellados en la Montaña Palentina desde hace dos décadas, y en este tiempo se han mantenido en sus cargos tanto el Jefe del Servicio Territorial como la Directora de la Reserva y el Director del Parque Natural, cuando su responsabilidad en estas muertes es evidente.

El Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal decía en una entrevista que había que concienciar a los cazadores. Habría que preguntarle que han estado haciendo durante estos últimos 20 años, sobre todo después de varios programas Life europeos gastados para, se supone, este tipo de cosas. Sería más sencillo eliminar el riesgo de que esto vuelva a repetirse impidiendo que se puedan autorizar cacerías en zonas oseras.

La responsabilidad no solo alcanza a quién de forma temeraria e irresponsable aprieta el gatillo antes de asegurarse sobre el animal al que dispara, también a quienes autorizaron una batida en una zona con alta probabilidad de presencia de osos, en el único lugar donde hay comida para estos animales este año, los hayedos.

La sociedad del siglo XXI demanda cada vez más protección y sensibilidad de los poderes públicos hacia la protección del medio ambiente y de las especies, como el oso pardo, que se encuentran en peligro de extinción. Esta tendencia debe quedar reflejada también en los cargos de responsabilidad del Servicio Territorial de Medio Ambiente, por lo que es urgente un cambio de los responsables directos de haber llegado a esta situación y que esta nueva sensibilidad lleve a los nuevos responsables a un cambio radical en la gestión de los espacios naturales emblemáticos de la montaña palentina. La nueva política medio ambiental en Palencia debería primar la protección de la biodiversidad y el uso público respetuoso con este fin, en lugar de privilegiar la actividad cinegética. En definitiva, un cambio radical para trabajar en una verdadera gestión del Patrimonio Natural del norte de Palencia.

Publicaciones relacionadas