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Izquierda Unida de Castilla y León condenamos y rechazamos actos tan execrables como los sucedidos en una empresa vallisoletana, el Gran Hermano no puede estar presente en nuestros centros de trabajo.

Tras conocer la lamentable noticia de que en los aseos de mujeres de una empresa vallisoletana, Konecta Valladolid, se ha “encontrado” una cámara oculta con tarjeta de memoria y en funcionamiento que supuestamente estaba grabando a las trabajadoras que hacían uso de los aseos de su centro de trabajo, desde IU Castilla y León queremos expresar nuestra condena y rechazo de actos tan execrables que atentan contra la intimidad y la dignidad de las mujeres trabajadoras.

Recordamos que la empresa es siempre la responsable de cuanto suceda en su centro de trabajo. Y que el art. 89.2 de la Ley Orgánica de Protección de Datos prohíbe expresamente la instalación de sistemas de grabación de sonidos ni de videovigilancia en lugares destinados al descanso o esparcimiento del personal, tales como vestuarios, aseos, comedores y análogos, estableciendo esta misma ley las sanciones a imponer por el incumplimiento de esta prohibición.

Las empresas parecen estar olvidando su obligación de garantizar los derechos de sus trabajadoras y trabajadores en el centro de trabajo, derechos constitucionales como el derecho a la intimidad y a la consideración debida a su dignidad personal que, al contrario de lo que muchos empresarios parecen creer, no se quedan a la puerta del centro de trabajo, sino que por el contrario, han de ser garantizados y protegidos por sus empleadores en el ámbito de la relación laboral y por supuesto en el recinto del centro de trabajo.

Es pues responsabilidad de Konecta Valladolid vigilar todo lo que ocurre en el centro de trabajo y especialmente evitar y prevenir sucesos tan execrables como el que ahora se ha descubierto.

Gran Hermano no puede estar presente en nuestros centros de trabajo. Las trabajadoras y los trabajadores tenemos derecho a que se respete nuestra intimidad y nuestra imagen. Toda la solidaridad con las trabajadoras de Konecta Valladolid. Exigimos que las autoridades públicas: policía, inspección de trabajo y agencia de protección de datos, actúen de forma contundente y ejemplar en este caso y sirva para evitar que se vuelva a repetir en ninguna empresa situaciones tan denigrantes y atentatorias contra los derechos fundamentales de las trabajadoras.

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