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28 de junio: a seguir la lucha para que los derechos civiles sigan avanzando

Este 28 de junio se conmemora el 50 aniversario de la revuelta de Stonewall Inn, un hecho que marcó el desarrollo del asociacionismo LGTBI y puso en la agenda social, de manera importante, el programa y las reivindicaciones de este colectivo.

En Castilla y León ha habido, conmemorando tal fecha, actividades en una parte importante de sus capitales de provincia y en pueblos de la comunidad. La búsqueda de la visibilidad en una comunidad tan extensa como ésta (casi 2500 municipios) se convierte en una estrategia vital, aunque inabarcable con los recursos que se tienen a día de hoy.

Este orgullo, además, celebra también lo que puede ser un paso adelante en Castilla y León en materia de igualdad. Por fin, después de remolonear la Consejería durante todo el año 2017 y faltar a su palabra de tener para finales del mismo aprobada una Ley de Igualdad, esta iniciativa ha pasado el trámite de toma en consideración y está previsto que para después del verano comience su debate y posible aprobación.

El Partido Popular expuso en el debate de toma en consideración que su objetivo era no aprobar esta iniciativa en Castilla y León sino esperar, como Penélope, a que el Congreso diese el paso en la aprobación de una ley estatal en esta materia. Anunció, además, que su intención era dilatar el debate de este proyecto haciendo uso de su derecho a prorrogar los plazos de entrega de enmiendas, lo que significaría que la ley no se discutiría nunca.

Esto indica que la lucha y la movilización son necesarias. Arrancar derechos a una institución como la Junta de Castilla y León, gobernada por una derecha rancia, va a implicar mucha actividad de calle, en los medios de comunicación y mucha presión para que pueda más el pliego de los derechos civiles que el catecismo y el rosario.

El medio siglo transcurrido de lucha de la “era moderna” del asociacionismo LGTBI, sumado al casi siglo y medio que hace desde los primeros pasos dados en la lucha por la dignidad homosexual, en el siglo XIX, han servido para mucho, a pesar de que mucho es también lo que queda por lograr, por ello no se debe ni bajar la guardia ni amainar el paso.

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